sábado, 23 de marzo de 2013

El pequeño angel que me regalo la luna...

Les he contado que he sido un ermitaño, un coleccionista de sentimientos y que pago por ellos silencio; que he vivido siendo una sombra, un pie de pagina para los demás...

Encontré una persona que me hizo dudar de todo esto hace ya algunos años; alguien que me dio identidad, que me hizo recordar mi propia vida, alguien a quien le confié el sonido de mi voz. Aquella misma persona que hizo de mi un ángel, y que de algún modo encontró en mi el silencio que ella necesitaba en su vida.

Nunca supe como ocurrió; de ser una voz anónima, un extraño a cientos de kilómetros, realmente me sentí importante, sentí que alguien me necesitaba, sentí que podía cambiar su mundo, o al menos ser parte de el. Creo que fui bastante egoísta al pensar de este modo por tanto tiempo, y ahora entiendo perfectamente lo tonto que fui, por que no se trataba de mi, solo se trataba de ser felices, siempre se ha tratado de eso...

Sonríe... en una sonrisa queda plasmada toda una vida de desvelos, de delirios, de tonterías y aciertos, de filosofías extrañas, mas absurdas que nuestra embriagues de risa cada noche bohemia y prolongada, ya sumidos en el sopor que antecede muy apenas al sueño, aquellas eternas llamadas... de pequeñas cosas tan insignificantes que eran tan grandes para ti y para mi... la noche nos pertenecía; nuestros pequeños mundos, uno dentro del otro, y una misma luna que nos iluminaba a los dos... El universo entero era nuestro, por ser tontos, por ser egoístas, por ser ambos soñadores perdidos en la inmensidad de su propia insignificancia, eramos tan tontos, y por eso el mundo entero nos pertenecía.

Nunca conocí a alguien que me hiciera tan feliz con el simple hecho de escucharle, a alguien con quien no necesitara un tema de que hablar, que cualquier cosa era suficiente si la compartíamos los dos y solo los dos... nos adueñamos de tantas cosas tu y yo que me es tan difícil olvidarte; eres simplemente aire, tan simple como eso...

No es difícil extrañarte cada noche que me siento solo; cada vez que cuento algo que nadie mas entiende; cuando me siento diferente y necesito a alguien como tu, alguien que jamas me juzgara y que se que reirá junto a mi o al menos me entenderá. No es nada difícil extrañarte... 

También has sido silencio, un silencio que consume, que sofoca, un silencio mas profundo que el abismal océano; un mundo tan pequeño que aun me guarda tantos secretos... Jamas me he descubierto tanto como lo he hecho contigo, jamas he brindado tanto de mi, y tu eres simplemente un misterio, una persona complicada, que, Dios, ¡guardas un secreto en cada estrella!, y ese afán mio por conocerlos todos me lleva al borde del delirio cuando no estas a mi lado. Quizá realmente no ocultes nada, tal vez sepa todo de ti, y aun así eres tan complicada, tan insondeable e impredecible, simplemente perfecta a tu muy peculiar manera, pues de algún modo tu eres tan parecida a mi...

Fuiste mi musa
Fuiste mil veces perdón
Fuiste mi estrella, mi amiga, mi escudera cuando fui caballero andante...
Fuiste sonrisa y llanto, todo lo que puedes ser en la vida de alguien mas; fuiste etérea, espejismo y realidad
Fuiste, eres y seras... y al menos seras recuerdo por siempre y para siempre jamas...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias... yo también me enamoré de la voz de un ángel bello... sí lo conozco... lo amo... pero por mi condición de casada... no puedo verlo ni abrazarlo...

Unknown dijo...

Una voz es acariciante para el alma... puede más que un beso y un abrazo...